LA INTOLERANCIA DE UNOS POCOS

El Club Atlético Vélez Sarsfield es demasiado grande e importante como para que unos pocos energúmenos intenten empañar su historia.

Una institución que recorrió el mundo logrando títulos deportivos y enorgulleciendo a los Argentinos, simpatizantes o no de ellos, pasó por Córdoba con su equipo de básquetbol y no supo estar a la altura de las circunstancias, luego de una derrota deportiva.

Por cuartos de final de  la Conferencia Sur del Torneo Federal de Básquetbol fue eliminado por el Club Atlético Barrio Parque, con un marcador final de 72 a 54, dejando a las claras la superioridad en ese juego.

Finalizado el encuentro y frente a un público enfervorizado, que festejaba el mejor momento de Parque en este deporte, a lo largo de su corta historia en la actividad, los  jugadores y allegados de Vélez no tuvieron mejor idea que no respetar el camino por donde se debían dirigir a su vestuario y haciendo caso omiso a las indicaciones de la Policía, que estaba a cargo del operativo de seguridad, fueron y pasaron por el frente a la hinchada local, en una clara actitud provocativa.

Sin que eso sea suficiente y frente a una, también, injustificada reacción de los hinchas, se quedaron en el lugar intentando seguir con el intercambio de insultos y agresiones.

Como broche a esta situación, ya dentro del vestuario y sin que nadie los molestara, se las tomaron con las instalaciones del club y rompieron una puerta interna del mismo.

Afortunadamente no fueron graves los daños, pero si la imagen de un club, que en Buenos Aires había tratado muy bien a Barrio Parque, se vio empañada.

Claro fue que aquellos que en su momento se brindaron por completo ante la presencia de Parque en su estadio, no pudieron venir a Córdoba.

La pregunta es que si por cada vencido por este gran club, su adversario tomara la actitud que anoche tuvieron sus jugadores y allegados al equipo de básquetbol, hoy la gran estructura deportiva que tiene el club de Liniers cómo estaría.

Si en estos momentos don José Amalfitani observara esa actitud mezquina, de este puñado de inadaptados, que no supieron comportarse como deportistas a la hora de una derrota circunstancial, seguramente ya estarían fuera del club.